jueves, 3 de diciembre de 2009

EL ENEAGRAMA LA PERSONALIDAD y sus partes



Qué es un eneatipo?

Tipo de personalidad según el Eneagrama. Término acuñado por el psicólogo y psiquiatra chileno Claudio Naranjo, una de la figuras más connotadas y sobresalientes en el estudio y desarrollo de este sistema

Que son las líneas internas?

Las líneas internas del Eneagrama representan los movimientos psicodinámicos que cada eneatipo puede seguir en situaciones de stress o bienestar.

Las secuencias 1-4-2-8-5-7-1 y 9-6-3-9 corresponden a la dirección de desintegración, que es el comportamiento que podemos adoptar cuando ya hemos llegado al límite de nuestra estrategia básica y ésta no nos está rindiendo los frutos que nuestro ego requiere, en ese caso podemos adoptar la "camiseta" del siguiente eneatipo y realizar un viaje completo por cada uno de ellos, hasta estar de regreso una vez más en nuestro propio tipo.

Por ejemplo, un Cuatro abrumado por su sensación de vacío emocional y la falta de receptividad o comprensión hacia él, puede llegar a estallar de forma muy melodramática, como un Dos, volviéndose muy dependiente y adulador intentando conseguir la atención que necesita; acto seguido se dedicará a exigir de forma directa y agresiva (Ocho) enroscándole a los demás lo mucho que han hecho por ellos y el poco afecto o reconocimiento que han recibido de vuelta, para más delante retirarse a su "cueva" (Cinco) a lamerse sus heridas y recrear en su mente la situación una y otra vez al mismo tiempo que se sumerge en el mar de sensaciones que esto le genera, para luego volverse autoindulgente (Siete) y permisivo, con licencia para hacer todo lo que se le ocurra -teniendo como mira exclusivamente su propio beneficio- para compensar esta sensación de desaliento y, finalmente encontrarse rumiando y despotricando contra todos y contra sí mismo en una áspera critica (Uno) para encontrarse de nueva cuenta con la melancolía y la sensación de desolación en su punto de partida (Cuatro).

Esta dirección supone situaciones, tanto internas como externas, de conflicto, desencuentros y crisis, en las cuales perdemos el control de nosotros mismos. Es así como progresivamente el Cuatro puede avanzar en la dirección 4-2-8-5-7-1-4 hasta retornar a su centro y este viaje puede hacerlo en tan sólo unas horas, días o semanas y forma parte del trabajo de auto-observación el comprender cómo opera está dinámica dentro de cada uno de nosotros.

Hasta aquí es lo que se conoce desde que Óscar Ichazo -el padre del protoanálisis- difundió su modelo humanístico, como el FLUJO INTERNO del Eneagrama, con las flechas que ilustra el diagrama adjunto. El flujo interno describe "la lógica" que sigue la psiquis humana en su deseo natural de conseguir el amor, según lo define, y defenderse del mundo (especialmente de los demás), según lo percibe. Y fundamentadas en este flujo hay profundas y muy interesantes propuestas de trabajo interior, desde las diferentes escuelas de Eneagrama y las visiones humanísticas de sus más connotados difusores.

Originada en la escuela católica de Chicago, existe la teoría Dinámica de la Integración que invierte este flujo. Según esa visión, que también usa D. Riso, si tomamos esta secuencia en el sentido contrario, es decir 1-7-5-8-2-4-1 y 6-9-3-6, hablamos de integración o conjunto de rasgos que puede adoptar un eneatipo cuando se permite bajar sus mecanismos defensivos, cuando se encuentra confiado y fluye armónicamente con la vida, suele darse, aunque de forma temporal, en la etapa del enamoramiento por ejemplo, en la cual todo pareciera estar en su lugar y ser perfecto tal como es.

Por ejemplo, la salida sana del Cuatro es el eneatipo Uno o ser capaz de estar presentes en la realidad y comprometerse con ella abandonando fantasías e idealizaciones, actuando de forma organizada en vez de reaccionar de acuerdo a sus cambiantes estados de ánimo y centrándose en los valores positivos que toda experiencia conlleva.


Que son las Alas?

Las llamadas ALAS es la relación de contigüidad que existe entre el eneatipo principal y sus vecinos. En el caso del eneatipo Cuatro por ejemplo, no es lo mismo un Cuatro ala Tres orientado a mostrar una imagen exitosa, aristocrática o de elite y a lograr triunfos más evidentes a los ojos ajenos, que un Cuatro ala Cinco más encerrado en sí mismo y observador de la realidad; a menudo grandes iconoclastas de aguda percepción para destapar las incoherencias de la sociedad, pero sin lograr ir más allá de ella. Estas variaciones o matices de la estructura de personalidad, explican en alguna medida el por qué personas de un mismo eneatipo a simple vista parecen ser tan distintas en cuanto a su comportamiento.