viernes, 20 de noviembre de 2009

FACETAS DE LA UNIDAD

Almaas, A. H.

La mayoría de nosotros creemos que la realización espiritual es un asunto de ser más
felices, más libres y más nobles, mientras retenemos los trazos básicos y las categorías de experiencia de nuestra visión familiar de la realidad. Dicha actitud subyace a la convicciónpopular de que el "trabajo de crecimiento," incluyendo el trabajo psicológico, puede conducir a la transformación espiritual.
Dicha convicción refleja la falta de comprensión de que los
paradigmas básicos de nuestra cosmovisión, que determina nuestra experiencia cotidiana, forman parte intrínseca de la red de la ignorancia que nos ata a la experiencia egóica.
Hasta que no experimentemos directamente la transformación espiritual, no entenderemos realmente que dicha transformación implica unos cambios tan radicales en nuestra experiencia de nosotros mismos y de nuestro mundo que no se trata simplemente de un asunto de convertirse en un individuo transformado; debemos reconocer, en su lugar, que la realidad que se alcanza es algo que no puede limitarse mediante nociones como "individuo" y "mundo."
Los auténticos principios y categorías de experiencia que consideramos como verdades
incontrovertibles se ven transformados.
Aquello que experimenta una transformación radical es concretamente nuestra visión de lo que realmente existe, así como el modo de su existencia.
Dicho de otro modo, la liberación espiritual es un asunto de la propia experiencia y
percepción que se desplaza a otra dimensión de la existencia que tiene su propia perspectiva, y esta dimensión además se convierte en el centro y base de la experiencia.
Nuestro sentido del sí mismo se transforma cuando alcanza su naturaleza esencial, la
presencia ontológica que es puro Ser. Ninguna medida de crecimiento psicológico es
suficiente para conseguirlo, puesto que el ámbito psicológico, tal como se conoce en la experiencia ordinaria, constituye una experiencia distorsionada e incompleta de nuestra interioridad, puesto que no está en contacto con el Ser. La observación psicológica y el acto de procesar son algo necesario para el trabajo de transformación, pero si esta transformación debe convertirse en realmente espiritual, necesitamos acceso a las dimensiones del Ser.
Los seres humanos viven típicamente en un estado de desarrollo detenido en el que el
ámbito psicológico gobierna nuestra consciencia.
El alcanzar la plenitud de nuestro potencial implica proseguir con nuestro desarrollo, que conduce más allá de lo psicológico hasta
alcanzar el ámbito del Ser o espíritu. Nuestra experiencia al recorrer esta senda muestra que la comprensión psicológica y la experiencia espiritual están tan enredadas e interconectadas que pueden considerarse de un modo más adecuado en forma de un continuo de ámbitos de la experiencia humana.
Con esta comprensión, he decidido publicar este libro, que constituye un estudio de los tipos del Eneagrama desde la perspectiva de las Ideas Santas. Dichas ideas son puntos de vista objetivos de la realidad; su realización libera de los puntos de vista ilusorios de la experiencia egóica y, por lo tanto, del ámbito de las fijaciones. Nuestro enfoque del Eneagrama de las Ideas Santas está enraizado en nuestra perspectiva y metodología del desarrollo espiritual, el
Enfoque del Diamante.
Los recién llegados al trabajo de la transformación espiritual encontrarán en este librouna apertura mediante la cual percibir, y quizás experimentar,
dominios que antes no les eran
familiares. Los que ya hayan trabajado mucho consigo mismos, mediante el Eneagrama, y que hayan identificado los rasgos principales de su carácter psicológico, descubrirán que este trabajo proporciona un modo de comunicar con lo que hay debajo de esta estructura fija. Los que se hayan comprometido durante algún tiempo, de un modo auténtico, en el trabajo de transformación espiritual, y hayan tenido alguna experiencia profunda de su verdadera naturaleza, descubrirán un cuerpo de conocimientos que les permitirá un mayor acceso a las distintas dimensiones del Ser.
Dicho cuerpo de conocimientos es de más utilidad para los estudiantes que han trabajado a fondo la autoobservación y el estudio, y han experimentado muchas manifestaciones del Ser.
En este libro, contemplaremos las fases de transición entre lo personal y la realización infinita del Ser.
El nivel personal implica la realización del Ser como la esencia del alma individual;
el otro nivel implica reconocer al Ser como la verdadera naturaleza del cosmos en su
4 totalidad. Dicha transición, por lo tanto, constituye el cambio de identidad desde lo personal a lo universal.
A. H. Almaas. Las facetas de la Unidad El eneagrama de las ideas santas. edit. Liebre 2002